Hay otro factor que me hace pensar que el soberanismo es más evolutivo que el
unionismo. El nuevo partido “Podemos” ha puesto de moda la expresión “la casta”. Pero no son los únicos; En el
diario EL PAÍS había leído hace tiempo artículos de académicos hablando de las
“elites extractivas”. (No sé si ahora, espantados como están en EL PAÍS por el
ascenso de Podemos y la basura que les echan encima, van a continuar en esa
línea de hablar de las elites extractivas –al fin y al cabo ese diario también vive
de ellas). En otros lugares se explica mejor que aquí en que consiste esto de “los empresarios del BOE” “los del palco del Bernabeu” y mucha de esa
gente que se sienta en los consejos de administración de las empresas del IBEX
35. Tampoco voy extenderme (ya se explica mejor en otros sitios) como esta elite
altera las reglas del libre mercado con su clientelismo y corrupción, han
saqueado y no han asumido ninguna responsabilidad por el desastre economómico
que ahora el pueblo está pagando en forma de recortes, paro y demás. Esto de
asumir responsabilidad y rendir cuentas es algo que sólo se consolida con el vMeme Naranja (tecnoracional,
capitalista, logro), a lo Azul/Ámbar
(mítico-pertenencia)le resulta ajeno puesto que el poder es más bien heredado,
los lugares ya están asignados y por tanto no se percibe que sea tan necesario
dar justificaciones de cómo se ha ejerecido ese poder.
Todo
esto viene a cuento porque se ha acusado al nacionalismo, con bastante acierto
en mi opinión, de que diluye los
conflictos de clase haciendo creer que los de arriba y los de abajo comparten
un interés común –la nación- frente
al enemigo externo y, peor aún, el enemigo interno al que hay que afrontar unidos. Un buen ejemplo de esa
estrategia nacionalista –echó por tierra las predicciones de Marx de que el
proletariado no tiene patria: “proletarios
del mundo ¡unios!”- fue la I Guerra
Mundial, de la que ahora se habla bastante por su centenario. Otro buen ejemplo
fue el fascismo. “Ni derechas ni
izquierdas: Españoles”, que decía el General Franco.
La
casta extractiva, muchos de los cuales está estudiado que son descendientes
directos de ministros y jerarcas del régimen de Franco, está muy anclada en lo Ámbar/azul, lo identitario (“Ejpaña!”)
–de ahí también su cercanía con el fútbol. Hasta ahora han usado con bastante
éxito esa estragia nacionalista, heredera directa del franquismo. Está por ver
si estamos asistiendo al final del régimen bipartidista PPSOE como dicen algunos.
Lo que sí que han demostrado es su incompetencia para liderar la economia –su falta
de desarrollo de lo Naranja
(racional, logro)- así como su incompetencia para manejar e integrar (no digamos
ya trascender) la diversidad que bulle bajo lo que ellos llaman España.
Si el proceso soberanista acaba bien –bien para los soberanistas, me
refiero- representará un shock brutal
para esa conciencia Azul/Ámbar, dominante no sólo en las elites sinó
también en gran parte de la población española. En mi opinión será un shock del estilo de lo que sucedió en 1898. Sin embargo este shock trajo el
Regeneracionismo y uno de los mejores movimientos culturales de la historia de
España, la Generación del 98.
Es por
eso que pienso que el proceso soberanista también puede ayudar a que el centro
de gravedad español evolucione hacia una estructura de conciencia más inclusiva
(por mucha fantasía de “independencia” que tengan muchos soberanistas,
Catalunya no se va a “ir” muy lejos –en Europa nos encontramos todos- y los
lazos históricos y culturales ahí están), y también más responsable y más proclive
a la rendición de cuentas.
Por
supuesto esta tensión y ese shock puede ser demasiado para la conciencia Azul/Ámbar
unionista, y activar regresivamente mecanismos Rojos (poder, domino) que se usaron en otras
épocas: “Hay que bombardear Barcelona
cada 50 años”. No hay más que ver otras partes del mundo, la primavera
árabe en Egipto por ejemplo: movimientos evolutivos de vanguardia que usaban
las herramientas postmodernas han acabado activando las regresiones Azul/Ámbar
e incluso Rojas de los Hermanos Musulmanes primero y después de los militares.
Sin embargo no creo que sea así en España. La pertenencia a la UE y el nivel
educativo de la población creo que impide el clásico recurso al ejército y la
fuerza que en otras épocas empleó la conciencia Azul en aras de “la unidad de España”.
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